miércoles, 25 de enero de 2012

Luego entonces, ¿ningún premio hemos de recibir de Dios? Ninguno fuera de El mismo. El premio que da Dios es el mismo Dios. Esto es lo que ama, esto es lo que aprecia; si amase otra cosa, no sería amor puro (San Agustín Comentario al Salmo 72,32)

No hay comentarios: