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lunes, 28 de marzo de 2011

Frases y pensamientos

¿Porqué quieres hablar y no oír? Siempre quieres estar fuera y rehúsas estar dentro. El que te enseña está dentro. Cuando tú enseñas, sales fuera a los que están afuera. En el interior oímos la verdad, pero hablamos a los que están fuera de nuestro corazón (San Agustín Comentario al Salmo 139,15).

sábado, 26 de marzo de 2011

Frases y pensamientos

No penséis, hermanos, que vosotros necesitáis de mis oraciones, pero yo no de las vuestras; recíprocamente tenemos necesidad de las oraciones de unos por otros, puesto que las mismas oraciones de unos por otros se encienden con la caridad y son un sacrificio de olor suavísimo que se ofrece al Señor desde el altar de la piedad (San Agustín, Sermón 305A,10).

miércoles, 23 de marzo de 2011

Frases y pensamientos

Luego tres condiciones son necesarias al alma: que esté sana, que mire, que vea. Las otras tres: fe, esperanza y caridad, son indispensables para lo primero y segundo. Para conocer a Dios en esta vida, igualmente las tres son necesarias; y en la otra vida sólo subsiste la caridad (San Agustín Soliloquios 1,7,14).

Amad, pero pensad qué cosa amáis. El amor de Dios y el amor del prójimo se llama caridad; el amor del mundo y el amor de este siglo se denomina concupiscencia. Refrénese la concupiscencia; excítese la caridad (San Agustín, Comentario al Salmo 31 2,5).

lunes, 21 de marzo de 2011

Frases y pensamientos

Empléese la ciencia como un cierto andamio por el cual va subiendo la estructura de la caridad, que permanece para siempre, aun después de la destrucción de la ciencia (San Agustín Carta Nº 55 2,39).

domingo, 20 de marzo de 2011

Frases y pensamientos

No puedo medir a ciencia cierta cuánto me falta del amor para que sea bastante, a fin de que mi vida corra entre tus brazos, Señor, y no me aparte hasta que sea escondida "en lo escondido de tu rostro" (San Agustín. Confesiones 13,8,9).

domingo, 25 de abril de 2010

San Agustín (breve biografía)

De nombre latino: Aurelius Augustinus; nació en Tagaste, hoy Suq Ahras, en la actual actual Argelia, 354 - Hipona, id., 430) Hijo de un pagano, Patricio, y de una cristiana, Santa Mónica, San Agustín inició su formación en su ciudad natal y estudió retórica en Madauro.

Su primera lectura de las Escrituras le decepcionó y acentuó su desconfianza hacia una fe impuesta y no fundada en la razón. Su preocupación por el problema del mal, que lo acompañaría toda su vida, fue determinante en su adhesión al maniqueísmo. Dedicado a la difusión de esa doctrina, profesó la elocuencia en Cartago (374-383), Roma (383) y Milán (384).

La lectura de los neoplatónicos, probablemente de Plotino, debilitó las convicciones maniqueístas de San Agustín y modificó su concepción de la esencia divina y de la naturaleza del mal. A partir de la idea de que «Dios es luz, sustancia espiritual de la que todo depende y que no depende de nada», comprendió que las cosas, estando necesariamente subordinadas a Dios, derivan todo su ser de Él, de manera que el mal sólo puede ser entendido como pérdida de un bien, como ausencia o no-ser, en ningún caso como sustancia.

La convicción de haber recibido una señal divina lo decidió a retirarse con su madre, su hijo y sus discípulos a la casa de su amigo Verecundo, en Lombardía, donde San Agustín escribió sus primeras obras. En 387 se hizo bautizar por san Ambrosio y se consagró definitivamente al servicio de Dios. En Roma vivió un éxtasis compartido con su madre, Mónica, que murió poco después.

En 388 regresó definitivamente a África. En el 391 fue ordenado sacerdote en Hipona por el anciano obispo Valerio, quien le encomendó la misión de predicar entre los fieles la palabra de Dios, tarea que San Agustín cumplió con fervor y le valió gran renombre; al propio tiempo, sostenía enconado combate contra las herejías y los cismas que amenazaban a la ortodoxia católica, reflejado en las controversias que mantuvo con maniqueos, pelagianos, donatistas y paganos.

Tras la muerte de Valerio, hacia finales del 395, San Agustín fue nombrado obispo de Hipona. Dedicó numerosos sermones a la instrucción de su pueblo, escribió sus célebres Cartas a amigos, adversarios, extranjeros, fieles y paganos, y ejerció a la vez de pastor, administrador, orador y juez.

Al caer Roma en manos de los godos de Alarico (410), se acusó al cristianismo de ser responsable de las desgracias del imperio, lo que suscitó una encendida respuesta de San Agustín, recogida en La Ciudad de Dios, que contiene una verdadera filosofía de la historia cristiana.

Durante los útimos años de su vida asistió a las invasiones bárbaras del norte de África (iniciadas en el 429), a las que no escapó su ciudad episcopal. Al tercer mes del asedio de Hipona, cayó enfermo y murió.

¿Quieres saber más? ... aquí tienes algunos enlaces con artículos, obras e iconografía: 

Dentro de Mercabá hay un pequeño portal repleto de artículos y obras de San Agustín: Pulsa
En Agustinus.it también hay bastantes referencias: Pulsa