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sábado, 31 de mayo de 2014

Video Evangelio Solemnidad de la Ascención del Señor

·Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos·


Evangelio según San Mateo 28,16-20. En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.
Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo".

sábado, 24 de mayo de 2014

Video Evangelio 6º Domingo de Pascua

"él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: 
el Espíritu de la Verdad"

Evangelio según San Juan 14,15-21. 

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes. El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él".

sábado, 17 de mayo de 2014

Video Evangelio Quinto Domingo de Pascua

"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. 
Nadie va al Padre, sino por mí."

Evangelio según San Juan 14,1-12.

Jesús dijo a sus discípulos: "No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy". 

Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?". 
Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí." 
Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". 
Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". 
Jesús le respondió: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: 'Muéstranos al Padre'? 
¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. 
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. 
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre."

lunes, 12 de mayo de 2014

ALEGRÍA PASCUAL DE MARÍA

“Regina Coeli” del lunes de la Octava de Pascua 28-4-2014

¡Feliz Pascua! “Cristós anesti ¡Alethós anesti! -¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!”. ¡Está entre nosotros, aquí, en esta plaza! Durante esta semana podemos seguir intercambiando el saludo pascual, como si se tratara de un solo día. Es el gran día que alumbró el Señor.

El sentimiento dominante que aflora de los relatos evangélicos de la Resurrección es la alegría llena de estupor, ¡pero de un gran estupor! ¡La alegría que sale de dentro! Y en la liturgia revivimos el estado de ánimo de los discípulos por la noticia que las mujeres habían transmitido: ¡Jesús ha resucitado! ¡Nosotras lo hemos visto!

Dejemos que esta experiencia grabada en el Evangelio, se grabe también en nuestros corazones y se trasluzca también en nuestra vida. Dejemos que el estupor gozoso del Domingo de Pascua se irradie en los pensamientos, en las miradas, en las actitudes, en los gestos y en las palabras… ¡Ojalá fuéramos tan luminosos! ¡Pero no se trata de un maquillaje! Sale de dentro, de un corazón inmerso en la fuente de esta alegría, como el de María Magdalena, que lloró por la pérdida de su Señor y no creía a sus propios ojos al verlo resucitado. Quien vive esta experiencia se convierte en testigo de la Resurrección, porque, en cierto sentido, él mismo, ella misma, ha resucitado. Entonces se vuelve capaz de llevar un “rayo” de la luz del Resucitado a las diferentes situaciones: a las felices, haciéndolas aún más hermosas y preservándolas del egoísmo; a las dolorosas, llevando serenidad y esperanza.

Durante esta semana nos vendrá bien tomar el libro de los Evangelios y leer los capítulos que hablan de la Resurrección de Jesús. ¡Nos vendrá muy bien! Tomar el libro, buscar esos capítulos y leerlos. También nos vendrá bien, durante esta semana, pensar en la alegría de María, la Madre de Jesús. 

De la misma manera que su dolor fue íntimo, hasta el punto de traspasar su alma, así también fue su alegría íntima y profunda, y de ella pudieron participar también los discípulos. El corazón de María, tras pasar por la experiencia de la muerte y de la resurrección de su Hijo –vistas, en la fe, como la expresión suprema del amor de Dios-, se convirtió en fuente de paz, de consuelo, de esperanza, de misericordia. Todas las prerrogativas de nuestra Madre proceden de ahí, de su participación en la Pascua de Jesús. Desde el viernes hasta la mañana del domingo, ella no pedió la esperanza: la hemos contemplado como Madre dolorosa, pero también, al mismo tiempo, como Madre llena de esperanza. Ella, la Madre de todos los discípulos, la Madre de la Iglesia, es Madre de esperanza.

Le pedimos a ella, testigo de la muerte y la resurrección de Jesús, que nos introduzca en la alegría pascual. Lo haremos mediante el rezo de Regina Coeli, que sustituye al Ángelus durante el Tiempo Pascual.

              Palabras del Papa Francisco Tomado de ECCLESIA 26-4-2014
Remitido por Maximiliano de la Vega. Gracias :)

domingo, 20 de abril de 2014

Feliz Pascua 2014


Exulten por fin los ángeles.
Que se asocien a la Fiesta los creyentes,
y por la victoria de Jesús sobre la muerte
salga el pregonero a las calles
anunciando la derrota del infierno.

Alégrese la madre naturaleza
con el grito de la luna llena:
que no hay noche que no acabe en día,
ni invierno que no reviente en primavera,
ni muerte que no dé paso a la vida;
ni se pudre una semilla
sin resucitar en cosecha.

Alégrese nuestra Madre la Iglesia
porque en la historia del mundo
siguen los hombres resucitando,
y abiertos con esperanza al futuro
confiesan a Cristo glorificado.

Esta es la noche del absoluto vacío
que la Palabra llenó creadora.
Esta es la noche de Abraham
en que el Cordero redime a Isaac
sobre la cumbre del monte Moria.

Esta es la noche de Egipto
con Moisés de caudillo, 
un Pueblo peregrino a la libertad
y los esclavos vencedores del Esbirro.

¡Qué noche maravillosa:
Cristo subiendo del abismo
y la muerte muerta!
¡Qué maravilla de Dios:
entregando al Hijo
salvaste al esclavo!
¡Qué maravilla de amor:
porque hubo pecado
conocimos el perdón!
¿De qué nos sirviera nacer
si la muerte fuera nuestro destino?

Esta es la noche
en que cayeron dictaduras.
Esta es la noche
en que el avaro renunció a su fortuna.
Esta es la noche
en que el lascivo dejó la lujuria.
Esta es la noche
que acabó con viejas rupturas
engendradas en guerras añejas,
y encontró abrazados a hermanos
que riñeron por líos de herencias.

Esta es la noche que sacude conciencias,
quema los ídolos, despierta vocaciones,
alumbra virginidades, engendra esperanzas,
convierte en arados las espadas,
saca renacidos de las aguas,
alegra a los tristes, provoca adoradores,
descarga pistolas y derriba opresores.

Esta es la noche
que trae la Buena Noticia a los pobres,
abre los ojos de los ciegos,
libera a los prisioneros
y anuncia el perdón a los pecadores.

¡Sea bendito Nuestro Señor
que subiendo a la Cruz
y entrando en la muerte,
venció para siempre
los poderes del mal!

¡A gozar de la Luz...
rota la oscuridad...
victorioso de nuevo el Amor...!
(San Ambrosio de Milán)

Feliz Pascua

sábado, 4 de mayo de 2013

sábado, 27 de abril de 2013

Video Evangelio V Domingo de Pascua (C)

"Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado"

Evangelio según San Juan 13,31-33a.34-35.

lunes, 22 de abril de 2013

ORACIÓN PARA LA REUNIÓN FAMILIAR (Tiempo Pascual)



Señor Jesús. 

De la misma manera que los discípulos de Emaús 
reconocieron tu presencia en torno a la mesa, 
también nosotros, en esta reunión, 
deseamos abrir los ojos ante el Misterio de tu presencia 
y que nuestros corazones ardan, 
para unirse a tu acción de transmitir el Evangelio 
para la salvación del mundo. 

Nosotros, y nuestra familia, te suplicamos: 
“Quédate con nosotros, Señor” 
para que nunca se anoche en nuestra alianza como esposos 
y en nuestras casas. 
Quédate con nosotros, 
y que nuestra familia sea tu familia, 
nuestra casa tu casa; 
lugar de amor, de gratitud, de servicio y de paz, 
espacio de verdad y camino para encontrar la Vida. 
Que tu presencia en esta reunión y siempre, 
nos haga serenos y amables, 
generosos y pacientes, 
humildes y misericordiosos, 
respetuosos de los demás y 
transmisores de tu mensaje. 
Amén

Remitido por Maximiliano  de la Vega
Muchas gracias

sábado, 30 de marzo de 2013

Feliz Pascua de Resurrección

Alegría para todos.
Que la creación entera se estremezca
con un latido más de vida y esperanza.
Que los creyentes todos resplandezcan
con vestido nuevo, perfumado en el Ungido.
Y vosotros, los pobres, 
los dolientes, los pequeños, 
que pasáis inadvertidos,
abríos a la esperanza y a la dicha,
que va a estallar el sol en vuestras vidas.

Que nadie en esta noche
sufra de pesimismo o de tristeza.
Que se alejen los espíritus malignos,
los que amargan la vida de los hombres,
porque han sido 
definitivamente derrotados.

domingo, 24 de abril de 2011

¡¡¡ JESÚS HA RESUCITADO !!!


¡¡¡ JESÚS HA RESUCITADO !!!


La Fe cristiana se basa en esta contundente afirmación. En su primer discurso, el apóstol Pedro, proclama: “A Jesús lo resucitó Dios y todos nosotros somos testigos” (Hch 2,32)
Sin la resurrección de Jesús de Nazaret, no existiría la Iglesia, no habría cristianos, no funcionarían las parroquias, las escuelas católicas, ni existirían las distintas instituciones y ONGs, relacionadas con el cristianismo, como Caritas y Manos Unidas… En este sentido, también el apóstol Pablo, afirmó: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14).

El Dios cristiano, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autentifica todo lo que había dicho y había hecho, durante su estancia en la tierra, Jesús de Nazaret. El Dios encarnado no acaba con el fracaso de la muerte –como si hubieran tenido razón los que le condenaron a muerte y le crucificaron-. No. El Dios encarnado, garantizó y avaló toda su Misión con la RESURRECIÓN. Hay unidad y continuidad entre Jesús de Nazaret y Cristo resucitado. Esta es nuestra fe. Y si Jesús resucitó, nosotros también resucitaremos. Jesús venció a la muerte.
De una forma, un tanto original, me gustaría señalar las 15 estaciones que expresan el Misterio del Dios encarnado, dando unidad a toda la vida de Jesús de Nazaret:

1. EL FINAL DE JESÚS: LA RESURRECIÓN, siendo la expresión máxima de la Buena Noticia.
2. Pero antes: FUERON LA PASIÓN Y LA MUERTE, sin duda, consecuencias lógicas de la coherencia de vida que llevó.
3. Pero antes: FUE LA ÚLTIMA CENA, expresión máxima de su servicio y entrega.
4. Pero antes: NOS ENSEÑÓ A ORAR: desde su propia experiencia de oración, con la oración de Padre nuestro, verdadera síntesis de sus enseñanzas.
5. Pero antes: FUE LA PREDICACIÓN, de un Reino Dios, en el que proclama a un Dios, como Padre y Madre, que ama con entrañas de misericordia a todos sus hijos e hijas y quiere la felicidad para toda su familia.
6. Pero antes: FUERON LOS MILAGROS, verdaderos signos de la presencia y el obrar del Dios del Reino.
7. Pero antes: FUERON LAS PARÁBOLAS, relatos que nos marcan el camino para la construcción de Reino de Dios.
8. Pero antes: FUE A LA SINAGOGA Y AL TEMPLO, a dar su testimonio, aunque le acarrease problemas y le complicaran la vida.
9. Pero antes: FUE POR CAMINOS, PUEBLOS Y CIUDADES, haciendo llegar a todo el mundo La Buena Noticia, especialmente, a los pobres, excluidos y necesitados.
10. Pero antes: FUE LLAMANDO A LOS DISCÍPULOS, futuros continuadores de su Misión y germen del Pueblo de Dios.
11. Pero antes: INICIÓ LA MISIÓN DEL REINO, sintiéndose enviado por el Espíritu y cuampliendo, así, la voluntad de su Padre.
12. Pero antes: FUE AL DESIERTO, preparándose, desde el silencio y la oración, para la Misión que tenía encomendada.
13. Pero antes: DEJÓ SU PUEBLO Y SU FAMILIA, como exigencia previa para desempeñar la tarea del Anuncio del Reino.
14. Pero antes: CRECIÓ COMO UN HOMBRE MÁS, mostrando su condición humana ante sus familiares y vecinos.
15. Pero antes: SE ENCARNÓ, como máxima manifestación de un Dios, que tanto nos amó, "que nos envió a su Hijo único para que nos diera vida" (1 Jn 4,9) ¡Aleluya!


Bienaventurados somos por creer en Jesús resucitado.


Con valor y coraje seamos testigos de esta felicidad.


Tomado del Hermano de La Salle, Juan Bautista de las Heras Millán.

sábado, 23 de abril de 2011

FELIZ PASCUA DE RESURRECCION

DESEAROS A TODOS : FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN.


QUE JESUCRISTO RESUCITADO NOS LLENE DE LUZ Y VIDA

miércoles, 20 de abril de 2011

Carta pastoral: Pascua 2011

¡Feliz Pascua de Resurrección 2011!

Mis queridos diocesanos:

¡Cristo ha resucitado! La Pascua de Resurrección nos hace estallar de gozo. Alegría es lo verdaderamente nuevo. Irradiar alegría, esperar contra toda esperanza. Vivir el gozo indescriptible e inenarrable de la presencia de Jesucristo Resucitado y vivo en medio de nuestro pueblo y quehacer cotidiano.

(Seguir leyendo..)

miércoles, 19 de mayo de 2010

Reflexionemos sobre PENTECOSTÉS

Pentecostés: Vivir siempre en primavera

Pentecostés es la fiesta de la alegría, del fuego, el domingo en el que los creyentes nos sentimos orgullosos de Dios. Hay una frase del escritor, Jean Rostand: "Con frecuencia me pregunto si los que creen en Dios le buscan tan apasionadamente como nosotros, que no creemos pensamos en su ausencia".

La frase es tremenda. Porque efectivamente, hay ateos que buscan a Dios con angustia, con pasión, porque le necesitan y no consiguen encontrarle. Y uno se pregunta por qué los creyentes no parece que vivamos nuestra fe tan apasionadamente. Por qué hemos compaginado fe con aburrimiento en una especie de "anemia espiritual".

La fe es un terremoto, no una siesta. Un fuego, no una rutina. Viento no estancamiento. ¿Cómo se puede creer de verdad que Dios nos ama y no ser felices?

Con frecuencia uno escucha sermones y se asombra de que sean aburridos. Y lo malo no es que sean malos sermones, sino que sean aburridos, porque cuando uno aburre es que no siente lo que está diciendo.

Si observas las caras de la gente en misa, no puedes dejar de preguntarte: ¿Estas personas creen de verdad que Cristo se está haciendo presente en medio de ellas?

¡Qué difícil es encontrarte con creyentes de fe rebosante!

Pentecostés, es la fiesta del fuego: los discípulos de Jesús estaban aquel día tan tristes y aburridos como nosotros estamos. Creían, sí, pero creían entre vacilaciones. Y entonces descendió sobre ellos el Espíritu Santo en forma de fuego. Y ardieron. Y salieron todos a predicar, dispuestos a dar sus vidas por aquella fe que creían.

¿Y nosotros? También hemos recibido el Espíritu el día de nuestro Bautismo y nuestra Confirmación. No se nos ha dado menos fuego, menos Espíritu, que a los apóstoles el día de Pentecostés. San Juan lo dice: "Dios no da el Espíritu con tacañería".

¿Qué hemos hecho con Él? Sí, amigos: es hora de decir al mundo que nos sentimos felices y orgullosos de ser cristianos. Que nos avergüenza serlo tan mediocremente. Pero que sabemos que la fuerza de Dios es aún más grande que nuestra mediocridad. Y que, a pesar de todas nuestras estupideces, la Iglesia es magnífica, porque todos nuestros pecados manchan tan poco a la Iglesia como las manchas al sol. Y que, a pesar de todo, Cristo está en medio de nosotros como el sol, brillante, luminoso, feliz. Sí, ser cristiano es vivir siempre en primavera.

lunes, 5 de abril de 2010

Pascua quiere decir...


Pascua quiere decir…

Pascua quiere decir que Dios, nuestro Padre, es bueno.

Él ama a su hijo, Jesús, y no puede permitir que sea machacado por la maldad, la injusticia y la cobardía. Lo levanta de entre los humillados, lo arranca de entre los muertos. Lo saca de la oscuridad de la derrota. Y le convierte en Señor. Le da una vida nueva, más alta, más libre, más transparente. Ya no morirá jamás. En Él, el Padre ha hecho que la muerte tuviera su primer fracaso. En Él, el Padre ha colmado de vida al mundo.

Pascua quiere decir que Jesús, el Crucificado, tenía razón.

Lo que decía, lo que hacía es verdad.
Él, el pobre, ahora inaugura el Reino.
Él, la Humildad, ahora posee la tierra, es el Señor.
Él, que llora, ahora es consolado y otorga a sus amigos su Espíritu, el Consolador.
Él, que sufrió hambre y sed de justicia, ahora es saciado y sacia a los suyos.
Él, el Compasivo, ahora es compadecido.
Él, el limpio de corazón, ahora ve a Dios y en Él vemos a Dios.
Él, el Perseguido por causa de la justicia, ahora es el que va por delante del Reino de la paz y la libertad.

Pascua quiere decir que Dios está a nuestro favor.

Que se ha comprometido para que la liberación de todos los hombres no sea solamente una palabra bonita, para que la lucha por un mundo nuevo no sea sólo un ideal lejano que nunca podremos alcanzar. Cristo lo ha conseguido. Y todos hemos de acercarnos cada día decididamente a ese ideal. La resurrección supone, en Jesús y en nosotros, una insurrección. Insurrección contra todo lo que nos degrada, nos deshumaniza, lo que nos hace inhumanos y nos separa los unos de los otros.

Pascua quiere decir que la mujer no es una persona de segundo orden.

Jesús que quiso nacer de una mujer, quiso también que ellas –las mujeres- fueran las primeras en llevar al mundo la luz de su resurrección. En la primera luz del domingo, se apareció a María Magdalena y a la otra María. Ellas fueron las mensajeras de la vida, las Apóstoles de los Apóstoles, los primeros testimonios del Resucitado.

Pascua quiere decir que el mundo no camina hacia atrás.

Y que la evolución no marcha hacia la nada. Que la Creación no gesta la muerte, sino un futuro mejor, el primer fruto del cual es el Cristo que vive para siempre. Por eso Pascua nos invita a conocer y respetar todo lo que nos rodea. A no malgastar las fuerzas ni el encanto de la naturaleza. Nos estimula a hacerla crecer, a hacerla bonita, a hacerla humana. Quiere que nuestro universo sea un hogar acogedor para todos los hombres.

Pascua quiere decir que la vida es más fuerte que la muerte.

Que el amor es más poderoso que el odio. Que la paz vencerá sobre la guerra. Que la libertad no será nunca estrujada completamente por la opresión. Que la esperanza no puede ser ahogada por el absurdo. Que la inocencia es más potente que la maldad. Que el pecado no tiene la última palabra, sino la gracia. Que los injustos no siempre ganan y que nunca ganan del todo. Y que el tiempo definitivo no es el invierno, sino la primavera.