lunes, 31 de diciembre de 2012

El Reto Educativo (BXVI)

“Entre los desafíos de nuestra época, la educación ocupa un lugar prioritario. La evolución de las formas de vida crea rupturas culturales y espirituales sin precedentes en la historia de la Humanidad. Las redes sociales tienden a sustituir a las áreas naturales de socialización, a menudo convirtiéndose en el único punto de referencia de la información y el conocimiento. La familia y la escuela no parecen ser ya el terreno fértil, primario y natural, donde las jóvenes generaciones adquieren la savia vital para su existencia. En los ambientes escolares y académicos, la autoridad de los profesores es cuestionada y, por desgracia, la competencia de alguno de ellos no está libre de sesgo antropológico. 

Las escuelas y universidades parecen haberse vuelto incapaces de proyectos creativos que comporten una teleología trascendental capaz de atraer a los jóvenes en su ser más profundo, y ellos, preocupados por su futuro, son tentados por la cultura del menor esfuerzo y del éxito fácil. Los absolutos no han sido capaces de darles puntos de referencia. No se debe olvidar el derecho a una educación en valores justos. Ese deber nunca debe ser truncado por interés político. Es necesario educar en la verdad sobre el hombre, sobre la creación, sobre las instituciones. Los jóvenes necesitan hoy más que nunca ser educados en el sentido del esfuerzo. Tienen que aprender que todo acto de la persona debe ser responsable y coherente con su deseo de infinito, y que este acto forma parte de su crecimiento de cara a la formación de una Humanidad cada vez más fraterna y libre de tentaciones individualistas y materialistas.” 

Benedicto XVI. –Discurso a un grupo de nuevos embajadores- 13-12-2012
Gracias a Maximiliano de la Vega por enviarnos este texto

sábado, 29 de diciembre de 2012

Video Evangelio - I Domingo de Navidad

 "¿Por qué me buscaban? 
¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?"


Evangelio según San Lucas 2,41-52. 

jueves, 27 de diciembre de 2012

Las Etapas de la Revelación

Me he extendido en hacer memoria de la acción de Dios en la historia del hombre para mostrar las etapas de ese gran designio del amor del que dan fe el Antiguo y el Nuevo Testamento: un único designio de salvación dirigido a toda la humanidad, revelado y realizado progresivamente por el poder de Dios, en el que este siempre reacciona ante las respuestas del hombre y halla nuevos inicios de alianza cuando el hombre se extravía. Esto es fundamental para el camino de fe. […] …dios no se ha ido del mundo, no está ausente, no nos ha abandonado a nosotros mismos, sino que sale a nuestro encuentro de diferentes maneras que debemos aprender a discernir. Y también nosotros, con nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad, estamos llamados cada día a reconocer y a testimoniar esta presencia en el mundo a menudo superficial y distraído, y a procurar que resplandezca en nuestra vida la luz que iluminó la cueva de Belén”. 


Audiencia general de Benedicto XVI del miércoles 12 de diciembre de 2012 
Tomado de la Revista ECCLESIA nº 3.654 -22-12-2012
Gracias a Maximiliano de la Vega por enviarnos este texto

lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad


«Salten de júbilo los hombres, salten de júbilo las mujeres; Cristo nació varón y nació de mujer, y ambos sexos son honrados en Él. Retozad de placer, niños santos, que elegisteis principalmente a Cristo para imitarle en el camino de la pureza; brincad de alegría, vírgenes santas; la Virgen ha dado a luz para vosotras para desposaros con Él sin corrupción. Dad muestras de júbilo, justos, porque es el natalicio del Justificador. Haced fiestas vosotros los débiles y enfermos, porque es el nacimiento del Salvador. Alegraos, cautivos; ha nacido vuestro redentor. Alborozaos, siervos, porque ha nacido el Señor. Alegraos, libres, porque es el nacimiento del Libertador. Alégrense los cristianos, porque ha nacido Cristo» (San Agustín, Sermón 184)

Frases y pensamientos,

"Cuando os sintáis ineptos, incapaces y débiles para anunciar y testimoniar la fe, no temáis. La evangelización no es una iniciativa nuestra que dependa sobre todo de nuestros talentos, sino que es una respuesta confiada y obediente a la llamada de Dios, y por ello no se basa en nuestra fuerza sino en la suya"Benedicto XVI

Gracias a Maximiliano de la Vega por enviarnos esta frase

sábado, 22 de diciembre de 2012

viernes, 21 de diciembre de 2012

La eterna pregunta ¿Dónde estaba Dios?



Aquí tienen la traducción de una opinión televisada del ex-gobernador de Arkansas y ahora conductor de televisión en la cadena Fox, Mike Huckabee, sobre la presencia o ausencia de Dios en el atentado de hace pocos días en la escuela de Sandy Hook.

La opinión que del ex-gobernador enfrenta con realismo cristiano la problemática esencial de los tiroteos que vienen sucediéndose sin parar en los Estados Unidos (y también en otros países). Por el contrario, la opinión oficial no se anda con discursos demasiado “profundos”, el presidente Obama, quien ha prometido que esto no volverá a ocurrir, ya ha empezado a colocar los medios “adecuados” a través del aparato legal del país y la restricción del uso y la tenencia legal de armas de fuego; la famosa segunda enmienda.

Vale la pena preguntarse quién es el auténtico enemigo en este drama: ¿lo es la facilidad con la que se adquieren armas de fuego, o la cultura secularizada que no tiene ningún valor por absoluto, ninguna vida por incondicionalmente digna y a Dios expulsado de la vida pública del país? Quien en su corazón ha acumulado un odio tan grande por su prójimo como el de Adam Lanza, ¿podrá ser apaciguado si en vez del fusil de asalto Bushmaster AR-15 (¡Que llevaba consigo!) solo hubiera podido comprar pistolas automáticas? Es cierto que las víctimas podrían haber sido menos; pero el problema sigue siendo el mismo: ¿Por qué se están matando? La cantidad de casos reportado solo en este año nos lleva a pensar que no son eventos aislados o excepcionales. (Tomado de Catholic-link.com)

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La comunidad eclesial y los diversos agentes de la evangelización


La obra de la evangelización no es labor exclusiva de alguien en la Iglesia sino del conjunto de las comunidades eclesiales, donde se tiene acceso a la plenitud de los instumentos del encuentro con Jesús: la Palabra, los sacramentos, la comunión fraterna, el servicio de la caridad, la misión. En esta perspectiva emerge sobre todo el papel de la parroquia como presencia de la Iglesia en el territorio en el que viven los hombres, “fuente de la villa”, como le gustaba llamarla a Juan XXIII, en la que todos pueden beber encontrando la frescura del Evangelio. Su función permanece imprescindible, aunque las condiciones particulares pueden requerir una articulación en pequeñas comunidades o vínculos de colaboración en contextos más amplios. Sentimos, ahora, el deber de exhortar a nuestras parroquias a unir a la tradicional cura pastoral del Pueblo de Dios las nuevas formas de misión que requiere la nueva evangelización. Éstas, deben alcanzar también a las variadas formas de piedad popular. En la parroquia continúa siendo decisivo el ministerio del sacerdote, padre y pastor de su pueblo. A todos los presbíteros, los obispos de esta Asamblea sinodal expresan gratitud y cercanía fraterna por su no fácil tarea y les invitamos a unirse cada vez más al presbiterio diocesano, a una vida espiritual cada vez más intensa y a una formación permanente que los haga capaces de afrontar los cambios sociales. 

Junto a los sacerdotes reconocemos la presencia de los diáconos así como la acción pastoral de los catequistas y de tantas figuras ministeriales y de animación en el campo del anuncio y de la catequesis, de la vida litúrgica, del servicio caritativo, así como las diversas formas de participación y de corresponsabilidad de parte de los fieles, hombres y mujeres, cuya dedicación en los diversos servicios de nuestras comunidades no será nunca suficientemente reconocida. También a todos ellos les pedimos que orienten su presencia y su servicio en la Iglesia en la óptica de la nueva evangelización, cuidando su propia formación humana y cristiana, el conocimiento de la fe y la sensibilidad a los fenómenos culturales actuales. Mirando a los laicos, una palabra específica se dirige a las varias formas de asociación, antiguas y nuevas, junto con los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades. Todas ellas son expresiones de la riqueza de los dones que el Espíritu entrega a la Iglesia. También a estas formas de vida y compromiso en la Iglesia expresamos nuestra gratitud, exhortándoles a la fidelidad al propio carisma y a la plena comunión eclesial, de modo especial en el ámbito de las Iglesias particulares. 

Dar testimonio del Evangelio no es privilegio exclusivo de nadie. Reconocemos con gozo la presencia de tantos hombres y mujeres que con su vida son signos del Evangelio en medio del mundo. Lo reconocemos también en tantos de nuestros hermanos y hermanas cristianos con los cuales la unidad no es todavía perfecta, aunque han sido marcados con el bautismo del Señor y son sus anunciadores. En estos días nos ha conmovido la experiencia de escuchar las voces de tantos responsables de Iglesias y Comunidades eclesiales que nos han dado testimonio de su sed de Cristo y de su dedicación al anuncio del Evangelio, convencidos también ellos de que el mundo tiene necesidad de una nueva evangelización. Estamos agradecidos al Señor por esta unidad en la exigencia de la misión.

Punto 8 del mensaje al Pueblo de Dios, 
tras la conclusión de la XIII Asamblea General Ordinaria 
del Sínodo sobre la "Nueva Evangelización.

martes, 18 de diciembre de 2012

Adviento. Tiempo para preparar el corazón


Este es un video hecho con pocos medios por niños de un colegio. Lo interesante es lo que nos transmite, imágenes y textos, ya que muestra perfectamente el espíritu del Adviento.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Frases y pensamientos,

Dios busca realizadores de sus signos, que sean más que pintores. Si llevas en la frente la señal de la humildad de Cristo, lleva también en el corazón la imitación de su humildad (San Agustín. Sermón 32,13)

viernes, 14 de diciembre de 2012

Frases y pensamientos,

La salvación del mundo no es obra del hombre, de la ciencia, la técnica o las ideologías, sino que viene de la gracia de Dios, cuya potencia es mayor que el mal y puede colmar los vacíos que el egoísmo provoca en las personas, en las familias y en las naciones. Los falsos remedios, como las drogas, que el mundo propone para llenar esos vacíos, lo único que hacen es agrandar el precipicio”. (Benedicto XVI - día de La Inmaculada en la plaza romana de España)

Gracias a Maximiliano de la Vega por enviarnos la cita

jueves, 13 de diciembre de 2012

Un hombre cayó en un hoyo ¿Cómo saldrá?



Un Hombre Cayó en un Hoyo" es una parábola moderna. Este intuitivo clip examina la vida de un hombre buscando a través de las falsas promesas de otras religiones y encontrando su salvación

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Reconocer en el mundo de hoy nuevas oportunidades de evangelización

Esta serena valentía sostiene también nuestra mirada sobre el mundo contemporáneo. No nos sentimos atemorizados por las condiciones del tiempo en que vivimos. Nuestro mundo está lleno de contradicciones y de desafíos, pero sigue siendo creación de Dios, y aunque herido por el mal, siempre es objeto de su amor y terreno suyo, en el que puede ser renovada la siembra de la Palabra para que vuelva a dar fruto. No hay lugar para el pesimismo en la mente y en el corazón de aquellos que saben que su Señor ha vencido la muerte y que su Espíritu actúa con fuerza en la historia. Con humildad, pero también con decisión —aquella que viene de la certeza de que la verdad siempre vence—, nos acercamos a este mundo y queremos ver en él una invitación del Resucitado a ser testigos de su nombre. Nuestra Iglesia está viva y afronta los desafíos de la historia con la fortaleza de la fe y del testimonio de tantos hijos suyos. Sabemos que en el mundo debemos afrontar una dura batalla contra «los Principados y las Potencias» y «los espíritus del mal» (Ef 6, 12). No ocultamos los problemas que tales desafíos suponen, pero no nos atemorizan. 

Esto lo señalamos especialmente ante los fenómenos de globalización, que deben ser para nosotros oportunidad para extender la presencia del Evangelio. También las migraciones —aun con el peso del sufrimiento que conllevan, y con las que queremos ser sinceramente cercanos, con la acogida propia de los hermanos— son ocasiones, como ha sucedido en el pasado, de difusión de la fe y de comunión en todas sus formas. La secularización y la crisis del primado de la política y del Estado piden a la Iglesia repensar su propia presencia en la sociedad, sin renunciar a ella. Las muchas y siempre nuevas formas de pobreza abren espacios inéditos al servicio de la caridad: la proclamación del Evangelio compromete a la Iglesia a estar al lado de los pobres y compartir con ellos sus sufrimientos, como lo hacía Jesús. También en las formas más ásperas de ateísmo y agnosticismo podemos reconocer, aun en modos contradictorios, no un vacío, sino una nostalgia, una espera que requiere una respuesta adecuada. Frente a los interrogantes que las culturas dominantes plantean a la fe y a la Iglesia, renovamos nuestra confianza en el Señor, ciertos de que también en estos contextos el Evangelio es portador de luz y capaz de sanar la debilidad del hombre. 

No somos nosotros quienes conducimos la obra de la evangelización, sino Dios. Como nos ha recordado el Papa: «La primera palabra, la iniciativa auténtica, la actividad verdadera viene de Dios y sólo si entramos en esta iniciativa divina, sólo si imploramos esta iniciativa divina, podremos también nosotros llegar a ser —con Él y en Él— evangelizadores». (Benedicto XVI, Meditación en la primera congregación general de la XIII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos, 8 de octubre de 2012: L’ Osservatore Romano, edición en lengua española, 14 de octubre de 2012, p. 9)

Punto 6 del mensaje al Pueblo de Dios, 
tras la conclusión de la XIII Asamblea General Ordinaria 
del Sínodo sobre la "Nueva Evangelización.

lunes, 10 de diciembre de 2012

¿Qué pasa con el buey y la mula?

¿Qué pasa con el buey y la mula?


¿Qué es lo que ha escrito el Papa sobre la mula y el buey? ¿Se los ha cargado? ¿Ha mandado que no se pongan en los belenes?

En primer lugar hay que ser honestos y ver qué es lo que ha escrito el Santo Padre, en concreto sobre el pesebre y la presencia de animales en él. Estos serían los párrafos en cuestión:

Escribe el papa Benedicto que “San Agustín ha interpretado el significado del pesebre con un razonamiento que en un primer momento parece casi impertinente, pero que, examinado con más atención, contiene en cambio una profunda verdad. El pesebre es donde los animales encuentran su alimento. Sin embargo, ahora
yace en el pesebre quien se ha indicado a sí mismo como el verdadero pan bajado del cielo, como el verdadero alimento que el hombre necesita para ser persona humana. Es el alimento que da al hombre la vida verdadera, la vida eterna. El pesebre se convierte de este modo en una referencia a la mesa de
Dios, a la que el hombre está invitado para recibir el pan de Dios. En la pobreza del nacimiento de Jesús se perfila la gran realidad en la que se cumple de manera misteriosa la redención de los hombres”.

Continúa el Papa:
“Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1,3: «El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.»

Peter Stuhlmacher hace notar que probablemente también tuvo un cierto influjo la versión griega de Habacuc 3,2: «En medio de dos seres vivientes… serás conocido; cuando haya llegado el tiempo aparecerás». Con los dos seres vivientes se da a entender claramente a los dos querubines sobre la cubierta del Arca de la
Alianza que, según el Éxodo (25,18‐20), indican y esconden a la vez la misteriosa presencia de Dios. Así, el pesebre sería de algún modo el Arca de la Alianza, en la que Dios, misteriosamente custodiado, está entre los hombres, y ante la cual ha llegado la hora del conocimiento de Dios para «el buey y el asno», para la humanidad compuesta por judíos y gentiles.

En la singular conexión entre Isaías 1,3, Habacuc 3,2, Éxodo 25,18‐20 y el pesebre, aparecen por tanto los dos animales como una representación de la humanidad, de por sí desprovista de entendimiento, pero que ante el Niño, ante la humilde aparición de Dios en el establo, llega al conocimiento y, en la pobreza de este
nacimiento, recibe la epifanía, que ahora enseña a todos a ver. La iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo. Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno” (páginas 76‐77‐78).

Ahora podemos describir lo que de verdad ha escrito el papa Benedicto XVI:
En primer lugar, como el Evangelio, quiere que dirijamos la mirada a lo fundamental, y lo fundamental es que el Hijo de Dios se hizo hombre naciendo en Belén de Santa María la Virgen por obra del Espíritu Santo.

Jesús nace de una mujer, es verdadero hombre. Pero nace de María por obra del Espíritu Santo, sin intervención de varón, es verdadero Dios. Y esa intervención directa de Dios es signo del amor de Dios que acude en ayuda de la humanidad que no puede darse a sí misma un Salvador. Un ser humano nacido de un hombre y de una mujer nunca podrá ser la persona perfecta que nos salve. Dios, dice el teólogo K.
Rahner,

“se nos entrega a sí mismo de manera inefablemente libre. Esta realidad en María no tenía que vivirse sólo en las disposiciones de su corazón, sino que debía expresarse en todo su ser, incluso en su corporeidad; tenía que anifestarse y representarse en su existencia corporal. Por ese motivo, María es Virgen en el espíritu y en el cuerpo, única en todo el plan de Dios”

Estos dos puntos hacen que en el centro de nuestro belenes esté Jesús, acompañado de María, su madre, y de José, esposo de María. José, acogiendo a María y a Jesús, haciendo las veces de padre, y junto con Jesús y María, nos hablan de la importancia de la familia. Y además de esta manera José, que es descendiente de David, colabora para que se cumplan las Escrituras que anunciaban que el Mesías
pertenecerá a la descendencia de David. Nosotros, como san José, podemos colaborar para que Jesús sea acogido en medio del mundo con credibilidad, será así si vivimos con autenticidad nuestra fe. A ello nos quiere ayudar la celebración de este “Año de la fe” y el mismo libro del Papa sobre “La infancia de Jesús”.

¿Qué pasa con el pesebre?

El pesebre, tal y como el mismo Papa lo recuerda, es el lugar donde se coloca el alimento. Jesús es colocado en el pesebre. De este detalle, el Papa como buen pedagogo y siguiendo a su gran amigo san Agustín, nos dice que ya desde la Navidad estamos invitados a acoger a Jesús como “el alimento que da al hombre la vida verdadera, la vida eterna”. Así cuando contemplamos un belén podemos fortalecer nuestra fe en Jesús que es, como Él dijo de sí mismo, “el Pan de Vida”. Cada belén nos ha de ayudar a valorar el gran don de la Eucaristía, y de cada Misa.

Y, ¿qué pasa con los animales?

El Santo Padre comienza recordando algo que es verdad: en los evangelios no se menciona la presencia de animales. Pero, continúa recordando que como el pesebre es el lugar dónde se alimentan los animales, la comunidad cristiana muy pronto entendió que no es extraña la presencia de animales en torno al recién nacido. Pero no llenó de cualquier manera esa laguna de los evangelios, los cuales van a lo esencial.

Nuestros primeros hermanos acudieron a varios textos del Antiguo Testamento.

¿Qué textos del Antiguo Testamento sirvieron como fuente de inspiración para que en la iconografía (es decir en las pinturas y grabados, en las esculturas y en los retablos) aparezcan el asno y el buey, o la mula y el buey?

El Papa recuerda tres textos:
1. Isaías 1,3: «El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.». Este texto quiere indicar que esos animales saben quiénes son sus señores y quiénes les dan de comer, pero Israel, que representa la humanidad, no reconoce a quién es su Señor y quién le da la vida.
2. Habacuc 3,2: «En medio de dos seres vivientes… serás conocido; cuando haya llegado el tiempo aparecerás». Este texto, en unión con otro de Éxodo 25,18‐20, que habla del arca de la Alianza, nos recuerda a los dos seres angélicos, dos querubines, que están en la tapa del Arca de la Alianza, y que al mismo tiempo que custodian algo valioso, señalan ese importante signo de la presencia de Dios en medio de su pueblo.
De la conjunción de estos textos resultó que se colocaran junto al Niño un buey y un asno (o mula).
¿Qué representan? En el fondo, ¿qué misión tienen?

1. Por una parte, desde los textos de Habacuc y Éxodo, ellos, como los querubines, brindan su protección, guardan y abrigan, al signo más grande de la presencia de Dios en medio del mundo: Jesús, el Hijo de Dios hecho Niño. Y al mismo tiempo que lo custodian, señalan su presencia. Por eso la mula (o el asno) y el buey en nuestros belenes nos ayudan a centrar la atención en lo importante: Jesús.

2. Por otro lado, por lo que sugiere el texto de Isaías, ellos ahora sí que conocen y reconocen a su Señor, y a Quién les cuida. Ellos, en el belén, representan a la humanidad, nos representan a nosotros que ahora, en
Jesús, que es la revelación plena de Dios, tenemos la oportunidad de saber quien nuestro Señor, el Señor que nos sirve y nos alimenta, dándose Él mismo como alimento.

Dicho todo esto, unas sencillas conclusiones:
a. Tengamos cuidado, no insultemos a nadie, y menos llamándole burro o asno. La figura del asno, junto con la del buey, nos evoca cosas muy bellas e importantes.
b. Benedicto XVI siempre quiere que vayamos a lo esencial, al centro de nuestra fe: Jesucristo. Y con Él al encuentro de cada persona, sobre todo de quienes sufren.
c. No sucumbamos ante quienes sin leer el texto, o desde una lectura superficial de las palabras del Papa, o con una mala intención nos quieren contagiar desafección e incluso burla ante el sucesor de Pedro. La víctima no será Benedicto XVI, a quien muchos no le perdonan que sea él quien sea el Papa, las víctimas seremos nosotros, en la medida en que quieren debilitar los soportes de nuestra fe y la misma fe, haciéndonos pensar que creemos en cosas trasnochadas o ridículas. Se lamentan de que el Papa
quiera quitar el asno y el buey, cosa que no es verdad, y ridiculizan la maternidad virginal de María, acontecimiento que es cierto.
d. El Papa dice: “Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno”. Pues sigamos con esa hermosa costumbre, además tengamos en cuenta que el Papa no ha pretendido, ni por asomo, que quitemos estas dos simpáticas figuras del belén, al contrario, como he señalado antes, nos ha ofrecido unas claves muy hermosas y sugerentes para que las valoremos y sepamos qué significan. Ojalá que así se lo trasmitamos a nuestros niños y jóvenes, a los cuales también ha llegado una imagen distorsionada del Papa y de sus palabras.
e. Así pues no sólo no se le puede recriminar nada al Santo Padre, sino que es preciso una vez más agradecerle su servicio, realizado como buen pastor, experto teólogo, y sencillo y eficaz catequista.
f. Ante todo demos gracias a Dios porque ha querido ser el Dios con nosotros. Que la intercesión de santa María y san José, junto a las simbólicas
imágenes de los animales que abrigan al recién nacido, nos ayuden a acoger a Jesús, y a creer en Él, como nuestro Dios y Salvador, Amigo y Hermano, Origen y Meta de nuestras vidas y de la humanidad entera.
Francisco Javier Sagasti Boquet

Frases y pensamientos,

Hermanos, ¿os dais cuenta de lo que digo? No sé cómo decirlo, pero tampoco sé cómo callar. Esto es lo que digo y lo digo abiertamente: temo a Jesús en cuanto pasa y en cuanto permanece, y por eso no puedo callar (San Agustín, Sermón 88,13)

sábado, 8 de diciembre de 2012

Inmaculada Concepción



"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX )

Para saber más sobre la Inmaculada Concepción
Pulse AQUÍ
(Corazones.org)

Video Evangelio: II domingo Adviento (C)


"Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos"

Evangelio según San Lucas 3,1-6. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Educar la Fe en Familia

Desde la primera evangelización, la transmisión de la fe ha encontrado un lugar natural en la familia. Hoy asistimos a una desvalorización de su papel en este campo. No podemos dar por supuesta la vivencia de la fe en muchos hogares cristianos, con las consecuencias que ello conlleva en la asimilación de la fe por parte de los hijos. Queremos animar a las familias a ocupar su puesto en la transmisión de la fe, a pesar de las dificultades y crisis.. La nueva evangelización debe ir dirigida de manera primera y prioritaria a la familia. La iniciación cristiana toma una especial relevancia en la familia, comunidad de vida y amor, por ser donde surge la vida de la persona y ésta es amada por sí misma. Así, el primer fundamento de esta pastoral familiar renovada es la vivencia intensa de la iniciación cristiana. 

Los padres apoyan a los hijos y caminan con ellos mientras realizan el aprendizaje de la vida cristiana y entran gozosamente en la comunión de la Iglesia para ser en ella adoradores del Padre y testigos del Dios vivo. La familia, de este modo, se convierte en el primer transmisor de la fe, y ésta crece cuando se vive como consecuencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y de gozo. Así, la familia es el lugar privilegiado donde se realiza la unión de la fe que se piensa con la vida que se vive, a partir del despertar religioso. Cuando la vivencia y experiencia cristiana se ha tenido en la familia, puede que se atraviese por momentos de crisis., pero lo que se ah vivido de niño vuelve a renacer y a tener un peso específico en la fe adulta. 

No se puede pensar en una nueva evangelización sin sentirnos responsables del anuncio del Evangelio a las familias y sin ayudarlas en la tarea educativa. La familia está inmersa en un proceso gradual de educación humana y cristiana que permite tener como centro la vocación al amor. A la familia le corresponde el deber grave y el derecho insustituible de educar y cuidar este momento inicial de la vocación al amor de los hijos. Esto se realiza en un ambiente sencillo y normal, el hogar, donde, de una manera natural se va formando la personalidad humana y cristiana de los hijos.



Subcomisión episcopal para la Familia y Defensa de la Vida
-del mensaje para la festividad de la Sagrada Familia, 30 de diciembre-
Remitido por Maximiliano de la Vega. Gracias

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Vuelve Facundo: Llama olímpica y Sacramentos


¿Nos parece complicado comprender los Sacramentos? ¿Tenemos dudas sobre ellos? Preguntemos a nuestros catequistas, pero mientras tanto, veamos este simpático video sobre el tema

martes, 4 de diciembre de 2012

Evangelizarnos a nosotros mismos y disponernos a la conversión


Queremos resaltar que la nueva evangelización se refiere, en primer lugar, a nosotros mismos. En estos días, muchos obispos nos han recordado que, para poder evangelizar el mundo,la Iglesia debe, ante todo, ponerse a la escucha dela Palabra. La invitación a evangelizar se traduce en una llamada a la conversión. Sentimos sinceramente el deber de convertirnos a la potencia de Cristo, que es capaz de hacer todas las cosas nuevas, sobre todo nuestras pobres personas. 

Hemos de reconocer con humildad que la miseria, las debilidades de los discípulos de Jesús, especialmente de sus ministros, hacen mella en la credibilidad de la misión. Somos plenamente conscientes, nosotros los Obispos los primeros, de no poder estar nunca a la altura de la llamada del Señor y del Evangelio que nos ha entregado para su anuncio a las gentes. Sabemos que hemos reconocer humildemente nuestra debilidad ante las heridas de la historia y no dejamos de reconocer nuestros pecados personales. Estamos, además, convencidos de que la fuerza del Espíritu del Señor puede renovar su Iglesia y hacerla de nuevo esplendorosa si nos dejamos transformar por Él. Lo muestra la vida de los santos, cuya memoria y el relato de sus vidas son instrumentos privilegiados de la nueva evangelización. 

 Si esta renovación fuese confiada a nuestras fuerzas, habría serios motivos de duda, pero en la Iglesia la conversión y la evangelización no tienen como primeros actores a nosotros, pobres hombres, sino al mismo Espíritu del Señor. Aquí está nuestra fuerza y nuestra certeza, que el mal no tendrá jamás la última palabra, ni en la Iglesia ni en la historia: «No se turbe vuestro corazón y no tengáis miedo» (Jn 14, 27), ha dicho Jesús a sus discípulos. La tarea de la nueva evangelización descansa sobre esta serena certeza. Nosotros confiamos en la inspiración y en la fuerza del Espíritu, que nos enseñará lo que debemos decir y lo que debemos hacer, aún en las circunstancias más difíciles. Es nuestro deber, por eso, vencer el miedo con la fe, el cansancio con la esperanza, la indiferencia con el amor.

Punto 5 del mensaje al Pueblo de Dios, 
tras la conclusión de la XIII Asamblea General Ordinaria 
del Sínodo sobre la "Nueva Evangelización.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Misa Familiar Inmaculada y 2º de Adviento


Para descargar los guiones (pdf), 
pulse aquí -> (Inmaculada2º Adviento)

Frases y pensamientos

No hay más de dos clases de hombres inútiles para la raza humana: una, la de los que la dañan, y otra, la de quienes no quieren donar el bien que tienen en esta vida terrena, perdiéndolos, como silos derramaran en la tierra (San Agustín. Contra Fausto 22,84)

sábado, 1 de diciembre de 2012

Video Evangelio: I domingo Adviento (C)



"Tengan ánimo y levanten la cabeza, 
porque está por llegarles la liberación"

Evangelio según San Lucas 21,25-28.34-36.