Tienes ya algo que ofrecer. No eches la vista a tus rebaños ni prepares navíos para ir a naciones lejanas en busca de aromas. Busca en el interior de tu corazón aquello que es agradable a Dios. Hazte un corazón contrito (San Agustín, Sermón 19,3).
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
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