JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
El sacerdote y la pastoral en el mundo digital:
los nuevos medios al servicio de la Palabra
Queridos diocesanos:
El próximo domingo, día 16 de mayo, Solemnidad de la Ascensión de Nuestro Señor, también se celebra la XLIV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, cuyo lema es: El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra.
Esta es una jornada en la que, cada año, la Iglesia nos recuerda la importancia de la evangelización a través de los medios de comunicación social; una tarea eclesial antigua y permanente, que necesita de actualización ante los nuevos avances y posibilidades que en esta materia nos ofrece el progreso de la sociedad moderna.
Considero que se me ofrece una ocasión propicia para agradecer y felicitar a todas aquellas personas dedicadas a los Medios de Comunicación y a las nuevas tecnologías por su magnífico y sacrificado trabajo realizado en el silencio, día a día y noches sin dormir. A todos ellos muestro mi felicitación, agradecimiento y admiración.
1. Los sacerdotes, destinatarios del Mensaje del Papa
El Santo Padre Benedicto XVI, de modo particular y teniendo presente este Año Sacerdotal, se dirige a los sacerdotes indicándoles que: El tema (...) se inserta muy apropiadamente en el camino del Año Sacerdotal, y pone en primer plano la reflexión sobre un ámbito pastoral vasto y delicado como es el de la comunicación y el mundo digital, ofreciendo al sacerdote nuevas posibilidades de realizar su particular servicio a la Palabra y de la Palabra (Benedicto XVI, Mensaje para la XLIV Jornada de las Comunicaciones Sociales, El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra, de 24/01/2010).
Siendo consciente de la importancia de los Medios de Comunicación, a vosotros queridos sacerdotes, mis fieles colaboradores en el ministerio evangelizador, os invito a tomar en consideración estas realidades que posibilitan una casi ilimitada, y a la vez cercana, comunicación con los hombres a los que tenemos que anunciar el Evangelio. ¡Y qué decir de los jóvenes! Ellos han nacido en este mundo digitalizado, en el que se relacionan de modo preferente y en él buscan respuestas a sus inquietudes acuciantes.
En esta Era de la Comunicación Global, los pastores hemos de hacer un esfuerzo por acercarnos, conocer y utilizar estas nuevas tecnologías de la comunicación al servicio de la Palabra, superando nuestros recelos hacia ellas, sea por desconocimiento o por falta de dominio debido a la edad.
Hace tiempo que tomo conciencia de la suma importancia de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías para la nueva evangelización, y hasta tal punto lo consideré necesario que, como bien sabéis, he enviado a un sacerdote hermano nuestro a prepararse lo mejor posible en periodismo y en nuevas tecnologías, con el fin de que en la Diócesis estuviéramos informados debidamente en los tiempos actuales. Lo mismo los seminaristas, algunos aprovechan los cursillos de verano para prepararse en esta nuevas tecnologías de cara a la nueva evangelización.
2. Comunidad misionera
Igualmente os animo a vosotros, mis queridos diocesanos, a superar también las dificultades que podáis tener con la ayuda de quienes dominen el medio. Un nuevo tipo de pastoral comunicativa se presenta en el seno de nuestras comunidades que, con paciencia y con la confianza puesta en el buen Dios, permitirá desarrollar la evangelización a ella confiada sea de modo directo o a través del contacto digital.
El uso de las nuevas tecnologías de la comunicación deben llegar a ser una realidad importante en nuestra pastoral misionera. Del mismo modo que organizamos la catequesis en todos sus ámbitos, desde niños hasta adultos, y nos preocupamos de formar a los educadores en la fe, constituyendo con ellos la comunidad catequética, grupo activo en la parroquia, de manera similar debemos avanzar en la constitución de grupos que desarrollen su vocación evangelizadora en este nuevo campo de la comunicación digital.
3. No tengáis miedo
La actividad pastoral en el mundo digital y la urgencia con que se nos plantea esta tarea, no nacen del miedo a quedarnos rezagados con respecto a otros que ya utilizan este medio con asombrosa efectividad comunicativa. La Iglesia, en su historia, siempre ha sabido aprovechar los medios que la creatividad humana ha ido descubriendo para el buen desarrollo de los hombres y de los pueblos. Dominar y adentrarse en este océano de ilimitadas fronteras es necesario si queremos contagiar a muchos la alegría de aquella mujer que, habiendo encontrado la moneda perdida, llamó a unos vecinos, haciéndoles partícipes de la buena noticia (cf. Lc 15, 9).
No se trata, sin más, de hacerse presentes en el mundo digital por no quedar desfasados o por un pretendido afán de modernidad. La razón de esta urgencia reside en aquel grito del Apóstol: ¡Ay de mí si no evangelizo! (1 Co 9, 16). La Humanidad está necesitada de Dios, y la Iglesia tiene como principal misión la de difundir el mensaje de Cristo en el mundo entero (cf. Mt 28, 19); un mundo que se completa en nuestros días con el llamado nuevo continente digital (cf. Mensaje del Papa del pasado año). El Papa Benedicto XVI, en el mensaje de este año, nos lo recuerda: También en el mundo digital se debe poner de manifiesto que la solicitud amorosa de Dios en Cristo por nosotros no es algo del pasado, ni el resultado de teoría eruditas, sino una realidad muy concreta y actual. En efecto, la pastoral en el mundo digital debe mostrar a las personas de nuestro tiempo y a la humanidad desorientada de hoy que Dios está cerca; que en Cristo todos nos pertenecemos mutuamente (cf. Benedicto XVI, Ibíd.).
La razón y urgencia de nuestro desembarco en este universo digital hunde sus raíces en lo más profundo de nuestro ser sacerdotal y cristiano. Por eso, a los que posponen esta tarea, les exhorto con Cristo:¡No tengáis miedo y echad las redes en su nombre!
4. La voz de la Iglesia
La acción de la Iglesia, siempre en fidelidad al Evangelio, ha de ser conocida y valorada en nuestra sociedad. El testimonio de los cristianos que se esfuerzan por trabajar a favor de los más débiles, comprometiendo generosamente su vida, su tiempo y sus recursos económicos en esta obra de auténtica caridad cristiana, es una hermosa manera de predicar el mensaje de Jesús de Nazaret.
Sin embargo, hoy, son muchas las voces que dificultan que la Palabra en su encarnación actual llegue a los hombres de buena voluntad. Unas veces, por la propia debilidad humana, resentida por el materialismo, el hedonismo y el individualismo, tan presentes en nuestra época; otras, por el interés de quienes persiguen el descrédito de la Iglesia procurando su desprestigio a través de campañas planificadas e intentando relegar su voz a espacios cada vez más reducidos; también por la inercia detectable en nuestras acciones pastorales que, en ocasiones necesitan contrastarse con la sensibilidad de los hombres de nuestro tiempo para que a ellos llegue la limpieza y la claridad de la voz de Cristo. Son factores que, lejos de desanimarnos en la acción evangelizadora, nos han de interpelar y urgir cuando pretendemos renovar nuestra opción por Cristo.
No es hora de callar, porque no podemos desatender la demanda de los que necesitan de Dios y de la fraternidad humana. Ante los retos y posibilidades que se nos presentan en nuestros días, sobresale de modo eminente estos instrumentos de comunicación que llamamos el universo de lo digital.
Aliento de un modo especial a los sacerdotes, religiosos y a todos los agentes de pastoral, a que descubran y desarrollen gozosamente las posibilidades que nos brindan estos medios de libertad y cercanía personal cuando son usados desde la Verdad que nos comprometimos a difundir y que da sentido a nuestras vidas.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
El Santo Padre Benedicto XVI, de modo particular y teniendo presente este Año Sacerdotal, se dirige a los sacerdotes indicándoles que: El tema (...) se inserta muy apropiadamente en el camino del Año Sacerdotal, y pone en primer plano la reflexión sobre un ámbito pastoral vasto y delicado como es el de la comunicación y el mundo digital, ofreciendo al sacerdote nuevas posibilidades de realizar su particular servicio a la Palabra y de la Palabra (Benedicto XVI, Mensaje para la XLIV Jornada de las Comunicaciones Sociales, El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra, de 24/01/2010).
Siendo consciente de la importancia de los Medios de Comunicación, a vosotros queridos sacerdotes, mis fieles colaboradores en el ministerio evangelizador, os invito a tomar en consideración estas realidades que posibilitan una casi ilimitada, y a la vez cercana, comunicación con los hombres a los que tenemos que anunciar el Evangelio. ¡Y qué decir de los jóvenes! Ellos han nacido en este mundo digitalizado, en el que se relacionan de modo preferente y en él buscan respuestas a sus inquietudes acuciantes.
En esta Era de la Comunicación Global, los pastores hemos de hacer un esfuerzo por acercarnos, conocer y utilizar estas nuevas tecnologías de la comunicación al servicio de la Palabra, superando nuestros recelos hacia ellas, sea por desconocimiento o por falta de dominio debido a la edad.
Hace tiempo que tomo conciencia de la suma importancia de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías para la nueva evangelización, y hasta tal punto lo consideré necesario que, como bien sabéis, he enviado a un sacerdote hermano nuestro a prepararse lo mejor posible en periodismo y en nuevas tecnologías, con el fin de que en la Diócesis estuviéramos informados debidamente en los tiempos actuales. Lo mismo los seminaristas, algunos aprovechan los cursillos de verano para prepararse en esta nuevas tecnologías de cara a la nueva evangelización.
2. Comunidad misionera
Igualmente os animo a vosotros, mis queridos diocesanos, a superar también las dificultades que podáis tener con la ayuda de quienes dominen el medio. Un nuevo tipo de pastoral comunicativa se presenta en el seno de nuestras comunidades que, con paciencia y con la confianza puesta en el buen Dios, permitirá desarrollar la evangelización a ella confiada sea de modo directo o a través del contacto digital.
El uso de las nuevas tecnologías de la comunicación deben llegar a ser una realidad importante en nuestra pastoral misionera. Del mismo modo que organizamos la catequesis en todos sus ámbitos, desde niños hasta adultos, y nos preocupamos de formar a los educadores en la fe, constituyendo con ellos la comunidad catequética, grupo activo en la parroquia, de manera similar debemos avanzar en la constitución de grupos que desarrollen su vocación evangelizadora en este nuevo campo de la comunicación digital.
3. No tengáis miedo
La actividad pastoral en el mundo digital y la urgencia con que se nos plantea esta tarea, no nacen del miedo a quedarnos rezagados con respecto a otros que ya utilizan este medio con asombrosa efectividad comunicativa. La Iglesia, en su historia, siempre ha sabido aprovechar los medios que la creatividad humana ha ido descubriendo para el buen desarrollo de los hombres y de los pueblos. Dominar y adentrarse en este océano de ilimitadas fronteras es necesario si queremos contagiar a muchos la alegría de aquella mujer que, habiendo encontrado la moneda perdida, llamó a unos vecinos, haciéndoles partícipes de la buena noticia (cf. Lc 15, 9).
No se trata, sin más, de hacerse presentes en el mundo digital por no quedar desfasados o por un pretendido afán de modernidad. La razón de esta urgencia reside en aquel grito del Apóstol: ¡Ay de mí si no evangelizo! (1 Co 9, 16). La Humanidad está necesitada de Dios, y la Iglesia tiene como principal misión la de difundir el mensaje de Cristo en el mundo entero (cf. Mt 28, 19); un mundo que se completa en nuestros días con el llamado nuevo continente digital (cf. Mensaje del Papa del pasado año). El Papa Benedicto XVI, en el mensaje de este año, nos lo recuerda: También en el mundo digital se debe poner de manifiesto que la solicitud amorosa de Dios en Cristo por nosotros no es algo del pasado, ni el resultado de teoría eruditas, sino una realidad muy concreta y actual. En efecto, la pastoral en el mundo digital debe mostrar a las personas de nuestro tiempo y a la humanidad desorientada de hoy que Dios está cerca; que en Cristo todos nos pertenecemos mutuamente (cf. Benedicto XVI, Ibíd.).
La razón y urgencia de nuestro desembarco en este universo digital hunde sus raíces en lo más profundo de nuestro ser sacerdotal y cristiano. Por eso, a los que posponen esta tarea, les exhorto con Cristo:¡No tengáis miedo y echad las redes en su nombre!
4. La voz de la Iglesia
La acción de la Iglesia, siempre en fidelidad al Evangelio, ha de ser conocida y valorada en nuestra sociedad. El testimonio de los cristianos que se esfuerzan por trabajar a favor de los más débiles, comprometiendo generosamente su vida, su tiempo y sus recursos económicos en esta obra de auténtica caridad cristiana, es una hermosa manera de predicar el mensaje de Jesús de Nazaret.
Sin embargo, hoy, son muchas las voces que dificultan que la Palabra en su encarnación actual llegue a los hombres de buena voluntad. Unas veces, por la propia debilidad humana, resentida por el materialismo, el hedonismo y el individualismo, tan presentes en nuestra época; otras, por el interés de quienes persiguen el descrédito de la Iglesia procurando su desprestigio a través de campañas planificadas e intentando relegar su voz a espacios cada vez más reducidos; también por la inercia detectable en nuestras acciones pastorales que, en ocasiones necesitan contrastarse con la sensibilidad de los hombres de nuestro tiempo para que a ellos llegue la limpieza y la claridad de la voz de Cristo. Son factores que, lejos de desanimarnos en la acción evangelizadora, nos han de interpelar y urgir cuando pretendemos renovar nuestra opción por Cristo.
No es hora de callar, porque no podemos desatender la demanda de los que necesitan de Dios y de la fraternidad humana. Ante los retos y posibilidades que se nos presentan en nuestros días, sobresale de modo eminente estos instrumentos de comunicación que llamamos el universo de lo digital.
Aliento de un modo especial a los sacerdotes, religiosos y a todos los agentes de pastoral, a que descubran y desarrollen gozosamente las posibilidades que nos brindan estos medios de libertad y cercanía personal cuando son usados desde la Verdad que nos comprometimos a difundir y que da sentido a nuestras vidas.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
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