
Luego, si Dios obra en ti, obras bien por la gracia de Dios, no por tus fuerzas. Luego, si te alegras, teme también; no sea que lo que se dio al humilde se le quite al soberbio (San Agustín Comentario al Salmo 65,5)
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
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