
Sea la paz nuestra amada amiga; sea nuestro corazón el lecho casto para yacer con ella; sea su compañía un descanso confiado y una unión sin amarguras; sea dulce su abrazo e inseparable la amistad (San Agustín, Sermón 357,1)
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
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