Una iniciativa muy bonita de unión entre las familias, los colegios y la parroquia es Yo rezo por un sacerdote.
Fue una familia la que la puso en marcha en 2009, al comprobar con cuanta fe rezaban sus hijos cuando pedía por una persona en concreto. Entonces, como se estaba celebrando el año sacerdotal decidieron que cada uno de los hijos elegiría a un sacerdote y se ofrecería a rezar todos los días, durante un año entero, por él y por una necesitad o intención que tuviera. A todos les gustó tanto la idea “que, tanto los sacerdotes como la familia, sintieron la necesitad de transmitirlo a más familias”. Crearon una página web y empezaron a darle difusión entre sus conocidos. Participar es muy fácil: en la web (www.yorezoporunsacedote.org), se puede descargar una especie de contrato. En una parte el niño firma que se compromete a rezar por el sacerdote, y se lo da a él. En la otra parte, el sacerdote escribe su intención y se lo da al niño.
Pronto, bastantes grupos de oración, colegios y parroquias se han sumado a este proyecto. De hecho, hace poco, un sacerdote de Madrid que se llama Jorge González, contaba en su blog que, un domingo, una niña “entró en la sacristía al acabar la Misa para contarme que en su colegio” le había propuesto participar en Yo rezo por un sacerdote, “y que ella había decidido rezar por su párroco”. La idea le gustó tanto que “me quedé sin palabras Y me emocioné”. También él, ahora, “reza cada día por esa niña, para que sea santa.
Enviado por Maximiliano de la Vega
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