
Lo que María mereció tener en la carne, la Iglesia lo conservó en el espíritu; pero con una diferencia: María dio a luz a uno solo; la Iglesia alumbra a muchos, que han de ser congregados en la unidad por aquel único (San Agustin. Sermón 195,2)
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
No hay comentarios:
Publicar un comentario