jueves, 29 de diciembre de 2011

Cuando se dice que Dios nos conoce, nos presta su conocimiento, y así entendemos que no podemos atribuirnos a nosotros el conocimiento de Dios, sino que hemos de atribuir también ese conocerlo a su misericordia (San Agustín. Carta 140,35.81)

No hay comentarios: