Si os mantenéis en silencio, podréis oír. No encuentra lugar para si la sabiduría donde no existe paciencia. Hablamos nosotros, pero es Dios quien instruye; hablamos nosotros, pero es Dios quien enseña (San Agustín, Sermón 153,1).
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
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