El mundo entero es el crisol del orfebre. En él están los justos cual si fuesen oro; allí los malvados cual paja; allí la tribulación cual fuego; allí Dios en condición de orfebre. el piadoso alaba a Dios; el malvado blasfema contra Dios (San Agustín. Sermón 301,6).
No hay comentarios:
Publicar un comentario