Muchas familias habéis tenido la maravillosa oportunidad de acoger el don de la nueva vida. Un hijo es siempre para un matrimonio un motivo de alegría, porque es siempre una bendición de Dios. Un hijo es un regalo: por ello, os animo a compartir con los demás lo mucho que valoráis la vida de vuestros hijos; gracias a ese Dios que os llena de alegría y os hace sentiros privilegiados y dichosos. Ese sentimiento y ese deseo de compartirlo con otros se convierte en un magnífico signo de esperanza para nuestra sociedad.
Carlos Escribano. Obispo de Teruel y de Albarracín
Enviado por Maximiliano de la Vega. Gracias
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