martes, 29 de octubre de 2013

FIESTA DE LA FAMILIA 17 de octubre de 2013 Palabras del Papa Francisco

¡Queridas familias! ¡Buona sera y bienvenidas a Roma!

Han venido aquí como peregrinos desde muchas partes del mundo para profesar la fe delante de la tumba de San Pedro. Esta plaza les acoge y abraza: somos un solo pueblo, con una sola alma, convocados por el Señor, que nos ama y sostiene. Saludo también a todas las familias que están unidas a través de la televisión y de Internet: una plaza que se extiende sin confines.

Quisiera llamar a este momento “¡La familia vive la alegría de la fe!”. ¡Me gusta este título! He escuchado las excelencias de ustedes, los casos que han contado. Vi tantos niños, tantos abuelos… Sentí la tristeza de las familias que viven en situación de pobreza y de guerra. He oído a los jóvenes que se quieren casar, aún entre mil dificultades. Y entonces nos preguntamos: ¿Cómo es posible hoy, vivir la alegría de la familia en familia? ¿Es posible o no es posible vivir esta alegría?

En el evangelio de Mateo, hay una palabra de Jesús que nos ayuda: “Venid a Mi todos los que estáis cansados y oprimidos, que yo les aliviaré”. Muchas veces la vida es pesada y tantas veces trágica, lo hemos escuchado hace un momento. Trabajar es fatigoso: buscar trabajo es fatiga y encontrar trabajo hoy nos pide tanta fatiga.

sábado, 26 de octubre de 2013

Video Evangelio XXX Tiempo ordinario (C)

"Les aseguro que este último volvió a su casa justificado, pero no el primero"

Evangelio según San Lucas 18,9-14. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Misa Familiar XXX Tiempo Ordinario Ciclo C



Para descargar el guion (pdf), pulse aquí -> (Guión)

Bienaventuranzas De La Familia

1.- Felices quienes han disfrutado de una familia cálida, acogedora, cordial, alegre y desprendida, comprensiva, porque siempre habrá continuadores de su ejemplo y siempre serán manifestación y sacramento del Amor de Dios.

2.- Felices quienes mantienen siempre en su familia un espíritu de diálogo, de libertad, de responsabilidad compartida, de crecimiento personal de cada uno de sus integrantes y saben dar gracias por ello.

3.- Felices quienes recuerdan siempre el ejemplo de sus padres, su dedicación, su trabajo desinteresado, para recordarlo en la familia que crearán más tarde.

4.- Felices quienes han aprendido de su familia que muchas veces hay que decir no, para afirmar un carácter de fortaleza, de esfuerzo, de entrega, de agradecimiento, de perdón.

5.- Felices quienes han disfrutado de juegos, alegrías y dificultades, risas, sorpresas, momentos de intimidad y sencilla cotidianeidad.

6.- Felices quienes han aprendido que la familia no les presiona ni cercena su visión de la vida, ni sus aspiraciones, sino que es lugar donde se anima a recorrer el sendero de la libertad.

7.- Felices quienes, abiertos los ojos al mundo que les rodea, ven que no hay un único tipo de familia, se muestran tolerantes y saben apreciar lo positivo que hay en esta pluralidad, y están felices de que así sea.

8.- Felices quienes van más allá de la familia en la que nacieron y amplían su idea de familia a quienes comparten con ellos el compromiso por otro mundo más fraterno.

Gracias a Maximiliano de la Vega
por remitirnos este texto

sábado, 19 de octubre de 2013

Video Evangelio XXIX Tiempo ordinario (C)

¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? 

Evangelio según San Lucas 18,1-8.

sábado, 12 de octubre de 2013

miércoles, 9 de octubre de 2013

Discurso del Papa Francisco a los Catequistas


DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO 
A LOS PARTICIPANTES EN EL CONGRESO INTERNACIONAL 
SOBRE LA CATEQUESIS

Sala Pablo VI
Viernes 27 de septiembre de 2013

Queridos catequistas, buenas tardes.

Me alegra que en el Año de la fe tenga lugar este encuentro para ustedes: la catequesis es un pilar maestro para la educación de la fe, y hacen falta buenos catequistas. Gracias por este servicio a la Iglesia y en la Iglesia. Aunque a veces pueda ser difícil, se trabaje mucho, con mucho empeño, y no se vean los resultados deseados, educar en la fe es hermoso. Es, quizás, la mejor herencia que podemos dejar: la fe. Educar en la fe, para hacerla crecer. Ayudar a niños, muchachos, jóvenes y adultos a conocer y amar cada vez más al Señor, es una de las más bellas aventuras educativas: se construye la Iglesia. «Ser» catequistas. No trabajar como catequistas: eso no vale. Uno trabaja como catequista porque le gusta la enseñanza… Pero si tú no eres catequista, ¡no vale! No serás fecundo, no serás fecunda. Catequista es una vocación: “ser catequista”, ésta es la vocación, no trabajar como catequista. ¡Cuidado!, no he dicho «hacer» de catequista, sino «serlo», porque incluye la vida. Se guía al encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Recuerden lo que nos dijo Benedicto XVI: “La Iglesia no crece por proselitismo. Crece por atracción”. Y lo que atrae es el testimonio. Ser catequista significa dar testimonio de la fe; ser coherente en la propia vida. Y esto no es fácil. ¡No es fácil! Ayudamos, guiamos al encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Me gusta recordar lo que San Francisco de Asís decía a sus frailes: “Predicad siempre el Evangelio y, si fuese necesario, también con las palabras”. Las palabras vienen… pero antes el testimonio: que la gente vea en vuestra vida el Evangelio, que pueda leer el Evangelio. Y «ser» catequistas requiere amor, amor cada vez más intenso a Cristo, amor a su pueblo santo. Y este amor no se compra en las tiendas, no se compra tampoco aquí en Roma. ¡Este amor viene de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! Y si viene de Cristo, sale de Cristo y nosotros tenemos que caminar desde Cristo, desde este amor que Él nos da.

¿Qué significa este caminar desde Cristo, para un catequista, para ustedes, también para mí, porque también yo soy catequista? ¿Qué significa?

martes, 8 de octubre de 2013

Mensaje del Papa Francisco con ocasión de la XLVII Semana Social de los católicos Italianos

Mensaje del Papa Francisco al cardenal Angelo Bagnesco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, con ocasión de la XLVII Semana Social de los católicos Italianos (Turín 12/15 -9-2013)

[…] El tema de la Semana Social es “La familia, esperanza y futuro para la sociedad italiana”. Expreso todo mi aprecio por esta elección y por haber asociado a la familia la idea de esperanza y futuro. ¡Es realmente así! Pero, para la comunidad cristiana, la familia, es mucho más que un “tema”: es vida, es entramado diario, es camino de generaciones que se transmiten la fe junto con el amor y con los valores fundamentales; es solidaridad concreta, fatiga, paciencia y también proyecto, esperanza, futuro. La comunidad cristiana, que vive todo esto a la luz de la fe, de la esperanza y de la caridad, no se lo queda para sí misma, sino que se convierte cada día en fermento dentro de la masa de todo la sociedad, con vistas a su mayor bien común. (Gs, n 47).

Esperanza y futuro suponen memoria. La memoria de nuestros ancianos es el apoyo preciso para proseguir en el camino. El futuro de la sociedad y concretamente el de la sociedad italiana, radica en los ancianos y en los jóvenes: en estos, porque tienen la fuerza y la edad necesaria para llevar adelante la historia; en aquellos, porque son la memoria viva. Un pueblo que no cuide de los ancianos, de los niños y de los jóvenes no tiene futuro, ya que menoscaba la memoria y la promesa.

[…] Ante todo, como Iglesia, ofrecemos una concepción de la familia que es la del Libro del Génesis, la de la unidad en la diferencia entre el hombre y la mujer, y la de la fecundidad. En esta realidad, además, reconocemos un bien para todos, la primera sociedad natural, tal como la incorpora también la Constitución de la República Italiana. Por último queremos reafirmar que la familia así concebida sigue siendo el primero y principal sujeto constructor de la sociedad y de la economía a la medida del hombre, y como tal merece ser sostenida con eficacia. Las consecuencias tanto positivas como negativas, de las decisiones de carácter cultural, ante todo, y político en relación con la familia afectan a los diferentes ámbitos de la vida de una sociedad y de un país: desde el problema demográfico –que es grave en todo el continente europeo y especialmente en Italia- hasta las demás cuestiones referentes al trabajo y a la economía en general y al crecimiento de los hijos, hasta aquellas que atañen a la propia visión antropológica que está en la base de nuestra civilización. (Caritas in veritate n 44)

Estas reflexiones no interesan tan solo a los creyentes, sino a todas las personas de buena voluntad, a todos aquellos que se desvelan por el bien común del país, precisamente como sucede con los problemas de la ecología medioambiental, que mucho pueden ayudar a que se comprendan los de la “ecología del hombre”.

La familia es escuela privilegiada de generosidad, de compartir, de responsabilidad; escuela que enseña a superar cierta mentalidad individualista que se ha abierto camino en nuestra sociedad. Apoyar a las familias y promoverlas, valorizando su función fundamental y central, significa trabajar por le desarrollo equitativo y solidario.

No podemos ignorar el sufrimiento de tantas familias debido a la falta de trabajo, al problema de la vivienda, a la imposibilidad práctica de ejecutar las propias decisiones en el campo educativo; ni el sufrimiento también debido a conflictos internos de las propias familias, a los fracasos de la experiencia conyugal y familiar, a la violencia que, por desgracia, anida y hace daño también en el seno de nuestro hogares. Debemos y queremos estar particularmente cercanos a todos, con respeto y con sentido auténtico de fraternidad y de solidaridad. Pero, sobre todo, queremos recordar el testimonio sencillo, pero hermoso y valiente, de muchísimas familias, que viven la experiencia del matrimonio y de la paternidad con alegría, iluminadas y sostenidas por la gracia del Señor, sin miedo a afrontar también los momentos de la cruz, la cual, si es vivida en unión con la del Señor, lejos de impedir el camino del amor, puede hacerlo más firme y más completo.

Que esta Semana Social contribuya eficazmente a poner de relieve el vínculo que une al bien común con la promoción de la familia basada en el matrimonio, trascendiendo prejuicios e ideologías. Se trata de una deuda de esperanza que todos tienen con el país, y especialmente con los jóvenes, a los que es preciso brindarles esperanza para el futuro.

[…] Vaticano, 11 de septiembre de 2013 Tomado de ECCLESIA. (5/10/2013)

Enviado por Maximiliano de la Vega
Gracias

martes, 1 de octubre de 2013

Vigilia de la Luz

El viernes, 18 de octubre (20:30h), tendrá lugar en Cádiz,  Pq. de San Francisco Javier, la celebración diocesana de la Vigilia de la Luz,  con motivo del DOMUND.