Padre que enviaste a Tu Hijo Eterno para salvar el mundo
y elegiste hombres y mujeres para que,
por Él, con Él y en Él
proclamaran la Buena Noticia a todas las naciones.
Concede las gracias necesarias para que brille
en el rostro de todos los jóvenes la alegría de ser,
por la fuerza del Espíritu,
los evangelizadores que la Iglesia necesita en el tercer milenio.
¡Oh Cristo! Redentor de la humanidad, Tu imagen de brazos abiertos
en la cumbre del Corcovado acoge a todos los pueblos.
En Tu ofrecimiento pascual, nos condujiste
por medio del Espíritu Santo al encuentro filial con el Padre.
Los jóvenes que se alimentan de la Eucaristía,
Te oyen en la Palabra y Te encuentran en el hermano,
necesitan Tu infinita misericordia
para recorrer los caminos del mundo
como discípulos misioneros de la nueva evangelización.
¡Oh Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo,
con el esplendor de Tu verdad y con el fuego de Tu amor,
envía Tu Luz sobre todos los jóvenes para que,
impulsados por la Jornada Mundial de la Juventud,
lleven a los cuatro rincones del mundo la fe, la esperanza y la caridad,
convirtiéndose en grandes constructores de la cultura de la vida y de la paz
y en los protagonistas de un mundo nuevo.
Amén.
Tomado de ECCLESIA 27/7/2013
Enviado por Maximiliano de la Vega. Gracias
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