lunes, 3 de octubre de 2011

No sé por qué motivo inexplicable, quien se ama a sí mismo y no ama a Dios, no se ama a sí mismo; y, en cambio, quien ama a Dios y no se ama a sí mismo, se ama a si mismo (San Agustín. Tratado sobre el Evangelio de san Juan 123,5).

No hay comentarios: