Dios inclina su oído hacia nosotros depositando su misericordia sobre nosotros. ¿Cabe una piedad mayor que el hecho de darnos a su Hijo único no para que viviera como nosotros, sino para que muriera por nosotros?
(en Ps. 30, 2, 7)
Chiclana de la Frontera (Cádiz, España)
No hay comentarios:
Publicar un comentario