martes, 22 de marzo de 2016

Publicación de "La catequesis familiar en los documentos de la Iglesia"


El trabajo publicado quiere ser una cómoda herramienta para comprender mejor a la familia, de modo que podamos presentar lógicamente sus fundamentos cristianos y, al fin y al cabo, su propia verdad. Si recordamos, además, que «¡el futuro de la humanidad se fragua en la familia!» (FC 86), la catequesis, como transmisión y educación de la fe, tiene una gran misión que cumplir hoy

Este libro se edita sólo en formato digital. La nueva tecnología ha hecho posible la colaboración de dos equipos de personas, uno en Paraguay y otro en España. Julia Muñoz dirigió la preparación y organización de los contenidos y Manuel López la digitalización de imágenes y maquetación final de los contenidos. 
Tanto el contenido como el formato hacen de este libro una obra de consulta más que de lectura continuada. Los autores sólo desean que sea ampliamente conocida, difundida y utilizada por el público de lengua española, al servicio de la catequesis familiar, que en este tiempo de nueva evangelización se presenta como una de las principales formas de catequesis del futuro.
La publicación, prologada por el Obispo de la diócesis de Cádiz y Ceuta, Mons. D. Rafael Zornoza, cuenta además con la presentación de Mons. D. Mario Iceta, presidente de la Comisión Episcopal sobre Familia y recoge las líneas principales de los documentos publicados dentro del Magisterio de la Iglesia sobre la institución familiar.

Una frase de San Agustín para cada día de Cuaresma

Y por eso la misericordia de Cristo, que, siendo el único, no deseó ser el único heredero, quiso que nosotros fuésemos herederos del Padre, coherederos con él. (Sermón 72)

lunes, 21 de marzo de 2016

Una frase de San Agustín para cada día de Cuaresma

Dos son las obras de misericordia que nos liberan. El Señor las expuso brevemente en el Evangelio:
Perdonad y se os perdonará; dad y se os dará. El perdonad u se os perdonará; inculca el perdón; el dad y se os dará inculca el otorgar un favor. (Sermón 83, 2)

viernes, 18 de marzo de 2016

Misa Familiar Domingo de Ramos



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Una frase de San Agustín para cada día de Cuaresma

Por lo que a ti te toca, piensa en tu debilidad, piensa que eres polvo. No te engrías. Si te mejoras, todo es gracia de Dios, lo eres por su misericordia. (en Ps. 102, 24)

jueves, 17 de marzo de 2016

Una frase de San Agustin para cada día de Cuaresma

Que no piense nadie que le sobrevendrá sobre él la misericordia divina, si él ha sido cruel, inmisericorde. Pero fíjate bien hasta dónde debe llegar la misericordia: no la practiques sólo con el amigo, sino también con el enemigo.
(en Ps. 102, 11)

miércoles, 16 de marzo de 2016

Una frase de San Agustín para cada día de Cuaresma

¿Qué es la misericordia? Es el hacerte conocr la verdad, el que ahora, cuando esta a tiempo todavía, te llama con gritos para que te conviertas. (en Ps. 98, 6)

lunes, 14 de marzo de 2016

Una frase de San agustín para cada día de Cuaesma

El tiempo de la misericordia es ahora, y el de la justicia viene después. ¿Por qué es ahora el tiempo de la misericordia? Porque ahora llama a los extraviados, perdona los pecados a los que se convierten. (en Ps. 32, 2, 1,10)

viernes, 4 de marzo de 2016

Una frase de San Agustín para cada día de la Cuaresma

Es fruto de la misericordia de Dios que el hombre ignore cuando ha de morir. Se nos oculta nuestro último día para que estemos atentos todos los días. (Sermón 39, 1)

jueves, 3 de marzo de 2016

Una frase de San agustín para cada día de Cuaresma

Dios nos busca a nosotros mismos, no nuestras cosas. El sacrificio del cristiano es la misericordia para con el pobre; por ella Dios se muestra benévolo con los pecados.
(Sermón 42, 1)

miércoles, 2 de marzo de 2016

Misa Familiar 4º de Cuaresma ciclo C



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Una frase de San Agustín para cada día de Cuaresma

Da tú lo que exiges de los demás. Da a quien es superior a ti lo que te produce gozo si te lo da el inferior a ti. Amas al esclavo que fielmente guarda tu oro: no desprecies al Señor que misericordiosamente custodia tu corazón. (Sermón 36, 8)