Ante Dios es incomparablemente mejor mostrarse agradecido por los pequeños dones que ensoberbecerse por los grandes. A quien le agradece lo poco, Dios lo admite a lo mucho; quien, en cambio, no agradece lo mucho, pierde hasta lo que tiene (San Agustín, Sermón 283,3).
Me acuerdo siempre de usted en la Santa Misa, pero este verano lo haré especialmente.
ResponderEliminarQue el Señor le cubra con su gracia y le bendiga.
Feliz, feliz verano muy unidos en oración.
Gracias Capuchino. Tal como indica, seguimos unidos en la oración. Feliz verano :)
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