
He tenido la suerte de poder asistir al visionado de la película que nos recomendó el Padre Angel este domingo pasado. Indagando y buscando por internet logré encontrar el cine y el lugar para verla. Es una película que no tiene desperdicio. Posee una fuerza y una intensidad que es capaz de hacer reir a carcajadas como llorar a moco tendido. Francamente genial. Es la película ideal que todo agente de pastoral debería ver para descubrir vivamente la maravilla que supone el poder tener un sacerdote a nuetro lado.
En esta película documental, Pablo, sacerdote, sabía que iba a morir joven y deseaba hacerlo en la montaña. Entregó su vida a Dios… y Dios aceptó la oferta. Ahora dicen que está vivo.
Pablo era conocido y querido por un número incalculable de personas, que han dejado constancia de ello después de su muerte.
La película está muy bien realizada. Sabe poner el dedo justo en lo más importante de una vida entregada a Dios: el compromiso y la huella que deja si es un compromiso sincero y activo.
ResponderEliminarGracias por dejarnos esta reseña :)